"Pasan grises los días aquí dentro de la cárcel de huesos quebrados, en este corazón podrido de latir, en este cerebro que dejó de emitir señales.
Esto es videar toda la vida a la vez, el propio aleph.
Esto es maldecir a las ideas, los dedos, y la boca que a cada instante quieren traer su nombre al recuerdo. Esto es el eco de una voz profunda y lejana, repitiendo “es el deseo y la obligación de dejarlo libre, las ventanas abiertas de par en par y el impulso que lo echó a volar; tanto tiempo y tanto trabajo para que, por fin, jamás pueda encontrar el camino de regreso a la maldita oscuridad del vientre; dejarlo libre”.
Esto es la imagen de la mujer famélica que no se anima a aceptar que hizo lo correcto, entonces, de noche, cavila, cuestiona pero no derrama una lágrima, porque nunca lloró a ninguno de sus muertos.
Esto es la conversión en la perfecta viuda que contempla la caja de cenizas en la que descansa su muerto perfecto.
Esto es el lento proceso de ascenso al cielo, respirará satisfecha cuando él logre volverse divinidad.
Esto es la transición hacia un estado inalterable de la mente, donde la culpa no se disuelve pero sí se mastica. Esto es volver al origen, a algún origen en el que no había yugulares para hincar los dientes, y poder dormir. Esto es el insomnio, el hambre, la náusea, el silencio, la mirada blanca y taciturna.
Esto soy yo, libre, señores"
* El huracán ya ha pasado de mí.
Bella: Magnificente.
ResponderEliminar+ Proceso - vómito
Te quiero sin condiciones, sin tiempos.
M.C